El ¡®reloj del fin del mundo¡¯ sit¨²a a la humanidad a 90 segundos del apocalipsis, el peor registro de su historia
La guerra en Gaza y el auge de la inteligencia artificial mantienen a la misma distancia de la medianoche que el a?o pasado la hora simb¨®lica que desde 1947 fijan los expertos de Bolet¨ªn de Cient¨ªficos At¨®micos
Faltan 90 segundos para el fin del mundo. Antes de salir corriendo al refugio nuclear, debe saber que, por m¨¢s que inquietante, no se trata sino de un c¨¢lculo simb¨®lico que cada a?o efect¨²a un comit¨¦ convocado por el Bolet¨ªn de Cient¨ªficos At¨®micos. Es una de esas tradiciones (como la cuesta de enero, el compromiso de abstemia del dry January o el Blue Monday) que hacen del primero del a?o el mes m¨¢s cruel, y consiste en desvelar cu¨¢n pr¨®xima consideran estos expertos que est¨¢ la humanidad en el Reloj del Apocalipsis (Doomsday Clock) de su medianoche, eufemismo tras el que se esconde el exterminio total. Cuanto m¨¢s cerca, menos quedar¨ªa para el fin del mundo. La buena noticia es que las manecillas se mantienen a la misma distancia que el a?o pasado. La mala: el de 2023 fue el registro m¨¢s preocupante desde que se puso en marcha el reloj all¨¢ por 1947.
?Los motivos de preocupaci¨®n? Los custodios de las manecillas del apocalipsis citaron este martes en la presentaci¨®n en Washington de sus conclusiones el auge de la inteligencia artificial, la proliferaci¨®n de armas nucleares, la guerra entre Rusia y Ucrania y la que libra Israel en Gaza, las amenazas biol¨®gicas, la crisis clim¨¢tica y la desinformaci¨®n rampante promovida en muchos casos por los propios Estados. En el acto, que empez¨®, ay, con retraso, contaron con el popular divulgador cient¨ªfico Bill Nye, y la voz cantante la llev¨® Rachel Bronson, presidenta y consejera delegada del Bolet¨ªn de Cient¨ªficos At¨®micos. Esta explic¨® que se trata de contestar a dos preguntas: ¡°?Est¨¢ la humanidad m¨¢s segura o corre mayor riesgo este a?o que el a?o pasado?¡±. Y: ¡°?Est¨¢ la humanidad m¨¢s segura o en mayor riesgo este a?o, en comparaci¨®n con los m¨¢s de 75 a?os que hace que llevamos a cabo este ejercicio?¡±.
No es un mundo estable
Bronson pidi¨® tambi¨¦n que nadie se enga?ara: ¡°Fijar el reloj a 90 segundos de la medianoche no es una indicaci¨®n de que el mundo est¨¦ estable. Todo lo contrario. Las tendencias siguen apuntando ominosamente hacia una cat¨¢strofe global. La guerra en Ucrania sigue planteando un riesgo siempre presente de escalada nuclear. Y el ataque del 7 de octubre [de Ham¨¢s] en Israel y la guerra en Gaza ilustran una vez m¨¢s los horrores de la guerra moderna, incluso sin que medie una escalada nuclear. Por si fuera poco, los pa¨ªses con armas nucleares est¨¢n involucrados en programas de modernizaci¨®n que amenazan con crear una nueva carrera armamentista¡±, dijo Bronson.
Sobre el cambio clim¨¢tico, la experta record¨® que ¡°la Tierra experiment¨® el a?o m¨¢s caluroso jam¨¢s registrado¡± y que ¡°se han arraigado inundaciones masivas, incendios y otros desastres relacionados con el clima. Y la falta de acci¨®n sobre el cambio clim¨¢tico amenaza a miles de millones de vidas y medios de subsistencia¡±. En el debate que sigui¨® al anuncio, la inteligencia artificial, con sus promesas de avance para la humanidad y sus amenazas, fue otro tema estrella, con especial atenci¨®n a lo que esa nueva tecnolog¨ªa puede hacer para influir en el ¨¢nimo de los votantes, con el empleo de trucos como los deepfakes, en un a?o electoralmente decisivo para una gran parte de la poblaci¨®n mundial.
Estos relojeros del apocalipsis suelen recibir cr¨ªticas por su alarmismo, pero ellos defienden que de eso precisamente se trata, de alertar a la humanidad de los peligros que la acechan. El grupo lo forman expertos de primer nivel, premios Nobel incluidos, que se prestan a un juego de hip¨®tesis que empez¨® poco despu¨¦s de las primeras bombas at¨®micas y de que Albert Einstein, J. Robert Oppenheimer y varios integrantes del Proyecto Manhattan pusieran en marcha el Bolet¨ªn.
En 2018, el reloj dio las 23.58. Nunca se hab¨ªan quedado tan cerca de la medianoche, salvo en una ocasi¨®n: fue en 1953 cuando Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica se hallaban en plena carrera armament¨ªstica con las bombas termonucleares. Desde aquel r¨¦cord de hace seis a?os, se han sucedido uno tras otro. En enero de 2020, lo dejaron a 100 segundos del final. Despu¨¦s, lleg¨® la pandemia del coronavirus (y el reloj no se movi¨®). M¨¢s tarde, una guerra en Europa provoc¨® que en 2023 solo 90 segundos, otra marca hist¨®rica, nos separaran del final de los tiempos.
En su primera edici¨®n, en 1947, lo colocaron a siete minutos. Desde entonces, se ha movido 25 veces al tiempo que iba convirti¨¦ndose en un referente de la cultura popular, gracias a sus cameos en pel¨ªculas como Tel¨¦fono rojo, ?volamos hacia Mosc¨²?, de Stanley Kubrick, o canciones de grupos de rock como Smashing Pumpkins. Los mejores registros llegaron a principios de los a?os noventa, con la ca¨ªda del bloque sovi¨¦tico y del Muro de Berl¨ªn. En 1991, las manecillas se quedaron a 17 minutos de la medianoche, 7 minutos antes que el a?o anterior. Desde entonces, y con la salvedad de 2010, el reloj no ha parado de adelantarse o de quedarse quieto. En 2007, se incluy¨® el cambio clim¨¢tico como un peligro grave para la humanidad y ese factor no ha dejado en todos estos a?os de dar cuerda a los malos presagios.
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